
No hay nada más duro para el corazón que una despedida, dejar que una persona se lleve una parte de ti y con ella todos los momentos que todavía faltaba por vivir. Hay despedidas cortas, bonitas, simples, que están llenas de esperanzas y de futuro… y despedidas largas, de adioses definitivos que se niegan a partir.
Partir, despedirse y levar anclas, desprendernos de una parte de nuestras vidas, sin saber si vamos a quedar flotando a la deriva, sin rumbo, sin ilusiones sin dirección y sin razones… sin amor.
Por eso la sola idea de despedirnos de alguien de terminar con eso tan grande que hay entre los 2 nos llena de miedo, por eso nos cuesta tanto decir adiós, porque intentamos mantener latiendo esa parte de nuestro corazón que ya no está, porque sin él…como vamos a hacer para seguir viviendo? Pero solo la tristeza de esa despedida somos capaces de comprender realmente la profundidad de nuestro amor, las despedidas también son necesarias, por que sin ellas, no existirían los dulces reencuentros.
No digo Adiós sino hasta luego!
* L3YS1 SORIANO *
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